martes, agosto 19, 2003
Sentado en el bus escribo lo que se me viene a la cabeza, la tinta fluye fácil porque hace calor, un calor pegajoso que se te mete en el cuerpo y te hace sentir como una bolsa de te flotando en su taza.
Escribo para ordenar los armarios y planchar las camisas arrugadas y coser los bajos de esos pantalones nuevos. Como una madre aplicada en sus labores que escucha su radionovela , no muy contenta de hacerlo, pero pensando en la sonrisa de su marido al ver su traje impecable, mientras escucha las desgracias de otros, amores furtivos venganzas
atroces y cataclismos teutónicos.
Sentado aquí todo es muy sencillo, entras, enseñas la foto y a pasear se ha dicho!!! Miras por la ventana y te imaginas las vidas de los que pasean, suena bien ¿verdad? Lo malo es que normalmente somos demasiado benevolentes y nuestra imaginación salva moralmente a mas de uno.
Las calles están llenas de gente enferma y no digo enfermos físicos, que también los hay, sino aquellos que bajo una apariencia normal esconden un lado del que deberías huir .
Me da miedo la gente que quiere tener hijos y casarse a los 18.
Me dan miedo los mensajes que escucho en los anuncios y en las sintonías de los ascensores.
Me dan miedo los jardines tan cuidados y las familias de muecas sonrientes, eso es malo, eso es falso, es falso como un billete de 245.
Me dan miedo los teléfonos móviles sonando día y noche en cualquier parte del mundo en cualquier momento, dejando sus rayos rojos o azules suspendidos (como los vi en mi calle), acechando .
Ser siniestro no es vestir de negro, ser siniestro es juzgar a alguien a primera vista y fallar siempre, eso es siniestro, no el pálido maquillaje y las uñas lacadas en negro.
Como siniestras son las melodías que se escuchan en las macro discotecas, de repetitiva alegoría de la procreación de la diversión obligada y para saciar ese hambre de clan.
Pero mas miedo me da la gente “especial”, que teniendo la capacidad de discernir la oscuridad de lo normal, apuestan por lo contrario y se pasan al otro lado siendo esclavos una vez mas, de una forma u otra, es como si Luke Skywalker hubiese dicho que si a Dart Vader después de haber cortado su mano. No se tu,pero prefiero lanzarme al vacío.
Los padres arrullan a sus pequeños cocoones esperando a que se parezcan a ellos, los padres abrazan sus huevas rezando a que se parezcan a ellos.
Despistados escuchan la melodía mas hermosa del mundo y la ignoran dejando pasar su oportunidad. Esta es la realidad que les a tocado y no la deben desperdiciar.
Aun así escucho sus canturreos milenarios y me siento parte del espectáculo que es la vida.
Escribo para ordenar los armarios y planchar las camisas arrugadas y coser los bajos de esos pantalones nuevos. Como una madre aplicada en sus labores que escucha su radionovela , no muy contenta de hacerlo, pero pensando en la sonrisa de su marido al ver su traje impecable, mientras escucha las desgracias de otros, amores furtivos venganzas
atroces y cataclismos teutónicos.
Sentado aquí todo es muy sencillo, entras, enseñas la foto y a pasear se ha dicho!!! Miras por la ventana y te imaginas las vidas de los que pasean, suena bien ¿verdad? Lo malo es que normalmente somos demasiado benevolentes y nuestra imaginación salva moralmente a mas de uno.
Las calles están llenas de gente enferma y no digo enfermos físicos, que también los hay, sino aquellos que bajo una apariencia normal esconden un lado del que deberías huir .
Me da miedo la gente que quiere tener hijos y casarse a los 18.
Me dan miedo los mensajes que escucho en los anuncios y en las sintonías de los ascensores.
Me dan miedo los jardines tan cuidados y las familias de muecas sonrientes, eso es malo, eso es falso, es falso como un billete de 245.
Me dan miedo los teléfonos móviles sonando día y noche en cualquier parte del mundo en cualquier momento, dejando sus rayos rojos o azules suspendidos (como los vi en mi calle), acechando .
Ser siniestro no es vestir de negro, ser siniestro es juzgar a alguien a primera vista y fallar siempre, eso es siniestro, no el pálido maquillaje y las uñas lacadas en negro.
Como siniestras son las melodías que se escuchan en las macro discotecas, de repetitiva alegoría de la procreación de la diversión obligada y para saciar ese hambre de clan.
Pero mas miedo me da la gente “especial”, que teniendo la capacidad de discernir la oscuridad de lo normal, apuestan por lo contrario y se pasan al otro lado siendo esclavos una vez mas, de una forma u otra, es como si Luke Skywalker hubiese dicho que si a Dart Vader después de haber cortado su mano. No se tu,pero prefiero lanzarme al vacío.
Los padres arrullan a sus pequeños cocoones esperando a que se parezcan a ellos, los padres abrazan sus huevas rezando a que se parezcan a ellos.
Despistados escuchan la melodía mas hermosa del mundo y la ignoran dejando pasar su oportunidad. Esta es la realidad que les a tocado y no la deben desperdiciar.
Aun así escucho sus canturreos milenarios y me siento parte del espectáculo que es la vida.
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